sábado, 10 de septiembre de 2011

Yo no...

"Te escribo de mi en ti para nosotros y acostumbro a descubrir que, en la luz de mis angustias, sobre todo al universo inferido por tu voz, confieso que no se amar".

Noche, luces, luces cegadoras, luces consejeras de la electricidad de un cuerpo de acero que se entrega a la tierra, veloz, amantes fugaces de un viento que parten, noche, tan poco oscura incendiada de miles de colores, miles de señales, acusándote de mi única constante: la brisa.

Los agudos roces de metales cantan con sus voces, rayos a mi mente, silencio ya costumbre, me duerme. Soledad, ha venido y temo que duela cuando sea lo único que permanezca de mi.

Ahora estoy adentro, en contacto con el salvaje mundo de la melancolía.

Te pienso.

Existen en mí pensamiento más allá de dos realidades, ninguna retiene un concepto central que se pueda sostener o intente definir; todo objeto de tránsito en mi se diluye en expectaciones, ilusiones, tormentos y conclusiones.  Pensarte me ha regresado al asiento de mi automóvil, con las llaves en la mano y un frío golpe en mi pecho, tratándose de ti no sé nada; te has dedicado a dibujarme un ideal que se completa en mi alma, en las minuciosas caricias de esperanza, pero no sé nada de ti. No es de ti, es de mi por lo cual de ti la memoria de mi abandonas, lo poco terrenal que queda de ti en mi.

El claxon de un camión me elude de otro estrato más, la gente pasa, la gente ríe y se agarran las manos, no sé la idea de aquella inspección mía por ellos, pero me sube a tu hogar en la cabeza, el día que conocí tu mano abrazando mi efímero cuerpo con la finalidad de nunca soltarte. Ahora entiendo que era una recompensa a todos mis dolores, a lo que presuponía como mi verdadero camino. Lo equivocado e imbécil que fui, el momento que definió todo, se me fue llorando aquella lágrima que me hizo pagar durante tantos años...

Arrepentimiento.

Entiendo desde ahora que me puedes herir, hazlo. Entiendo que no quieras sentir algo en mi, no pidas disculpas. Y si eres realmente feliz, no permitas que te invada. Pero dí me algo.


Pero no es que tú digas algo, soy yo el que se preocupa por estar al tanto de tus pensamientos, el motivo no es tu persona en ideal, ni la belleza que puedas reflejar, tampoco es el aroma ni la mimesis de la divinidad en tus ojos. es lo que callas, lo que no respondes, lo que te define y no tendré. Parece ser que te persigo en un frenesí tuyo donde no habrá que alcanzar al final. Es por eso que no se amar.

No me enseñaron a perder.


Sonrío al pasado, desde la ventana hacia el parque, nunca te he tenido. Nunca he sido feliz al lado de alguien, todo tiempo futuro imaginado nunca  creí que habría tener que abandonarlo. Pero hablo de mi para que sigas esperando que hable de ti sinceramente, bueno, soy feliz contigo.

No. ¿De que me sirve confesarlo en el auto? En medio de miles rostros desconvocados, a punto de insultarme o lastimarme. Confesarte algo a ti no podría ser novedad, me pienso frágil ante la enunciación del pseudo corazón, tus respuestas serán suaves sonrisas o un muro invisible para mis palabras. ¿Por qué pienso tanto las cosas? ¿De dónde obtuve ese derecho de abstracción? Aprehensión. un pequeño golpe a la infancia, observación de mi inestabilidad, debo dejar de subir donde estas en mi mente, debo soltarte un momento, debo ponerte un muro, no sé como amarte, si con mis labios o con mi mente.

Suficiente.

Mi sonrisa se vuelve más amplia, me he dado cuenta que no se trata de ti, pero siempre estas ante mis ojos, no te quiero excluir de mi esencia, de lo que eres para mi.

Y sí te vas... es injusto que te pida regresar, ya no más, mereces que te de todo de mi aunque sea viendo tu partir.

Es hora de irme, de encender el auto. 

Estos pensamientos, no creo que los enfrentes. Son sobre mi. 

¿Qué pensamiento egoísta me hace pensar que tendrás el tiempo para leer esto? Lo dejaré al cielo de esta noche como una botella al mar, como una idea al espacio. 

Tal vez es esperanza... o es necesidad.

La única constante en mi vida, en esta ciudad, hacia un hogar es la brisa.

"Porque todo al final se concibe con el deseo de hacer cosas nuevas, de vivir, de sonreir. He concluído en mi última realidad... que quiero aprender a amar. Por tu nombre"




3 comentarios:

  1. Que habrá en esa caricia? que llega llena de aferro, esperanzas y sueños. Que habrá en nosotros? que la recibimos con aferro,esperanzas y futuro. Ojalá podamos soltar, dejar ir y disfrutar el amor, que viene y va como la brisa.
    Sin ideal, sin expectaciones. Ojalá fuera fácil entender que así se ama.

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  2. Si arrancas el auto no es verdad que te alejes. Te detendrá el tránsito, se terminará la gasolina, y volverás solo para llevarme contigo.

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  3. No temas el inmundo sentir...
    pues todo aquello que has vivido y sobre todo sentido, hoy se mezcla con tu alma...

    y si es egoísmo disfrutalo, porque al final siempre lo es, la diferencia es que puedes mirarte y reconocerlo... te lo dice quien mira personas y psiquis todos los días tratando de entender...

    entender que acabas de mostrarme (nuevamente) que aún queda esperanza para las personas, aún hay valor para decir "no soy".

    Gracias, y gracias por pasar nuevamente por mi rincón ydejar que este lazo extraño y difuso permanezca un poco más; aunque tal vez nunca lleguemos a ver nuestros rostros.

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